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Jueves, 29 de septiembre de 2016  |  NÚMERO 22 Año II Acceda a nuestra hemeroteca
LA EMPRESA ‘INGENIERÍA MÉDICA’ COMERCIALIZARÁ LA PATENTE 
Un sanitario inventa un catéter que facilita el acceso intravenoso
Antonio Bárcenas, enfermero, lo aplica en el Hospital de Alta Resolución de Morón
 

Javier Barbado. Madrid
La innovación clínica no es patrimonio del ingeniero. Esta vez, un enfermero ha dado con un nuevo sistema de cateterización provisto de un dispositivo que facilita su inserción en la vena cuando ésta es poco accesible, un problema frecuente en ancianos y niños.

El coordinador de Cuidados de Enfermería del Hospital de Alta Resolución de Morón, Antonio Bárcenas.

Antonio Bárcenas, enfermero del Hospital de Alta Resolución de Morón de la Frontera, que depende de la Agencia Sanitaria Bajo Guadalquivir, ha registrado el invento con la protección de este organismo “como modelo de utilidad a nivel internacional”, un primer paso para su patente, que ahora debe pasar una segunda y tercera fases que incluye su comercialización por parte de la empresa Ingeniería Médica SL.

“Se trata de una pequeña jeringa que se coloca en la parte trasera del catéter y que se carga con suero fisiológico”, ha explicado Bárcenas de Publicación de Ingeniería Sanitaria. “Está provista de un dispositivo de modo que, al puncionar la vena, se libera el suero y, de ese modo, se facilita la inserción del catéter de poliuretano en el vaso y la retirada de la aguja o mandril que sirve de guía”, describe.

En su etapa como enfermero pediátrico de las unidades de cuidados intensivos de Portugal, en 2000, Bárcenas y sus colegas pinchaban la vena del paciente y usaban como señal de que habían dado con el vaso la detección de sangre en el catéter, lo cual evitaba que siguieran avanzando y que la aguja llegara a perforar la vena. “En ese momento se sacaba el mandril o aguja y se conectaba el suero directamente; después, se introducía el catéter” –ha añadido– todo lo cual impedía disponer de las manos libres, algo que ahora evita el nuevo sistema.

El objetivo fundamental pretendido consiste en alcanzar la reducción del número de punciones venosas así como las complicaciones derivadas de esta técnica, tales como flebitis, extravasaciones, etc., contribuyendo a mejorar de forma ostensible la calidad asistencial y de vida del propio paciente.