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Jueves, 28 de enero de 2016  |  NÚMERO 15 Aņo II Acceda a nuestra hemeroteca
EDITORIAL
Nuevo perfil para la sanidad
 
 
Muchos profesionales de la ingeniería sanitaria han advertido, de un tiempo a esta parte, que la incursión de la e-Salud y la Biotecnología en los hospitales y demás centros especializados ha creado una demanda desconocida hasta la fecha.

Dicho de otro modo: las tecnologías aplicadas a la salud han transformado la Medicina y, por lo tanto, surge la necesidad de analizar qué nuevos perfiles profesionales precisa el sistema sanitario para adaptarse al cambio.

De ahí la utilidad de iniciativas como el Club Gertech, que coordina Joaquín García Guajardo, de la Universidad Pública de Navarra y miembro del Comité Científico de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), quien reflexiona sobre esa nueva figura laboral en la “Tribuna” de Publicación de Ingeniería Sanitaria en este mismo número.

Guajardo propone que esa función la asuma el ‘ingeniero de la Salud’, una persona dotada de la suficiente pericia como para absorber la complejidad derivada del progreso tecnológico en tan poco tiempo.

Por lo pronto, quien asuma en el futuro el control, vigilancia y mantenimiento –tríada con la que está familiarizado todo ingeniero que se precie– de la asistencia sanitaria, desde luego debe aunar habilidades, aptitudes y conocimientos científico-técnicos cada vez más diversos, por lo que una carrera y preparación de posgrado tan exigentes como las asociadas a las ingenierías se descubren, tal vez, como las únicas a la altura de tales circunstancias.

Queda cada vez más despejado, pues, el futuro del ingeniero en la sanidad, una necesidad social que ha trascendido la relación clásica entre médico y enfermo y que requiere de muchos otros profesionales cualificados para su desarrollo. Falta, eso sí, que los políticos tomen nota y favorezcan el desarrollo de los nuevos perfiles profesionales en la sanidad pública. Una inversión imprescindible a largo plazo porque en ella radica la clave para satisfacer la demanda sanitaria de una creciente población envejecida y afecta de enfermedades de curso evolutivo crónico.