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Lunes, 27 de abril de 2015  |  NÚMERO 7 Año I Acceda a nuestra hemeroteca
SEGÚN UN SONDEO ELABORADO POR ASTRAZENECA A 1.707 CIUDADANOS
Los españoles creen que el ingeniero debe cobrar menos que el médico
Se trata de la segunda profesión más deseada para que la ejerza un familiar
 
Redacción. Madrid
La sociedad española sitúa el oficio del investigador científico por encima de otros como el de médico o ingeniero cuando se les pide que ordenen las profesiones de acuerdo con la cuantía que debería cobrar cada uno. Aunque los facultativos de Medicina se revelan como los más valorados en promedio, son quienes se dedican a la ciencia básica, la del laboratorio, los que más veces aparecen en la primera posición de los ranking por orden de importancia concedida.

En general, la percepción de los españoles es que los científicos perciben un salario bajo. Así, ocho de cada diez encuestados creen que no es acorde a su oficio, y, de ellos, el 98 por ciento considera que su sueldo debería ser superior al actual.

Ludovic Helfgott, presidente de AstraZeneca.

Más en concreto, los entrevistados consideran que los que deberían tener un salario más alto son los científicos (45 por ciento), seguidos de los médicos (37 por ciento) y lejos de empresarios (seis por ciento), políticos (cuatro por ciento), abogados (uno por ciento) y artistas (uno por ciento).

Así lo revelan los resultados de un sondeo publicado por AstraZeneca de título Percepción social de la ciencia en España, que se ha elaborado a propósito del Día Mundial del Investigador Científico, que se conmemora el 10 de abril. Para llevarlo a cabo, se ha utilizado una muestra de 1.707 ciudadanos residentes en España y con los que se ha contactado por medio de internet. Asimismo, las muestras han sido seleccionadas según las cuotas de la población española en función del género, la edad y la comunidad autónoma.

Los resultados del estudio demuestran que la profesión de investigadores y científicos en España se considera uno de los pilares para el desarrollo y que para la inmensa mayoría (90 por ciento) no está lo suficientemente reconocida. Según el INE, las actividades de I+D en nuestro país emplean hoy a 203.302 personas, de las que un 40 por ciento son mujeres. Esta cifra representa el 1,16 por ciento del total de la población activa del país y se ha visto reducida de forma progresiva desde 2010.

Según Mariluz Amador, directora médica de AstraZeneca España, “en nuestro país se valora el trabajo de los científicos, pero tenemos que aunar fuerzas para seguir apoyando e impulsando el sector de la investigación en España, para mantener y retener el gran talento de los profesionales españoles, particularmente de los más jóvenes. Para nosotros, la apuesta por la ciencia es muy importante porque es un pilar fundamental, pues sin ella no podríamos realizar los avances que nos permiten salvar vidas”.

Médicos, científicos, educadores, ingenieros, empresarios y abogados, este es el ranking de profesiones por orden de importancia para los españoles.

Las profesiones más deseadas

Un factor clave para determinar la percepción sobre una profesión y sus perspectivas de futuro es conocer en qué medida los encuestados querrían que sus familiares o amigos la ejercieran.

Fuente:  resultados del sondeo elaborado por AstraZeneca a partir de una muestra de 1.707 españoles mayores de edad.

Teniendo en cuenta este indicador, la de médico ocuparía la primera posición (40 por ciento), seguida de la de ingeniero (24 por ciento) y científico (20 por ciento). En contraposición, los abogados (tres por ciento), periodistas (dos por ciento) y políticos (uno por ciento) se posicionan como las opciones menos deseadas por los españoles.

Con respecto a la figura concreta del investigador en salud, el 76 por ciento cree que es un pilar fundamental para la sociedad, frente a un 4 por ciento que no le otorga relevancia a nivel económico. Cabe destacar que existe un gran interés por la investigación científica en el campo de la salud, según un 98 por ciento de los encuestados.

En esta misma línea, si los españoles definieran las características del investigador perfecto, esta figura debería incluir, por orden, años de experiencia, participación en proyectos de relevancia y en grupos de investigación y la estancia en el extranjero. Curiosamente, son los españoles más jóvenes los que valoran más positivamente esta última característica.