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Miércoles, 10 de diciembre de 2014  |  NÚMERO 3 Año I Acceda a nuestra hemeroteca
PARA ADELANTARSE AL FUTURO
La simulación basada en el ‘big data’, clave para la eficiencia sanitaria
El catedrático Emilio Luque avanza que ya se han realizado ensayos con datos empíricos
 
Jesús Vicioso Hoyo / Imagen: Cristina Cebrián. Murcia
Adelantarse a lo que va a venir, a lo que va a suceder para, así, estar verdaderamente preparados. Éste es el objetivo de la simulación, una herramienta que empieza a introducirse en la planificación sanitaria y que va de la mano del big data. Emilio Luque, profesor de Ingeniería Informática, físico y catedrático, ha explicado estos conceptos en el XXXV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), y el interés ha sido máximo.

“Podremos predecir un futuro de lo que realmente pudiera y en base a eso, tomar decisiones”. Así lo ha presentado Luque, de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que está inmerso en proyectos de simulación y big data. De hecho, ha adelantado un proyecto piloto hecho en un hospital catalán donde se ha analizado el flujo de pacientes en los servicios de Urgencias que realmente no requerirían atención en éstos y el resultado es sorprendente.

Emilio Luque lleva el 'big data' y la simulación al Congreso de la SEMI.

“El análisis que hicimos es ¿qué ocurre si el servicio de Urgencias, mañana, decidiese que no atiende (a los pacientes realmente graves) porque considera que eso repercute en los más graves? Si lo hubiese hecho, hubiese tenido una oposición social enorme. Y además no sabrían si era bueno o malo”, ha indicado Luque, quien ha desarrollado el caso: hicieron una simulación rechazando el 50-60 por ciento de estos usuarios de Urgencias sin ser rigurosamente tales.

“La sorpresa es que realmente no hubiésemos ganado muchísimo: porque esos pacientes, en verdad, consumen muy pocos recursos. Con un tratamiento rápido se resuelve el problema. Y a esto hay que contraponer el efecto social (de oposición a la medida) tan fuerte que hubiésemos tenido”. ¿Y todo a cambio de un ahorro mínimo? El gestor, ha desglosado Luque, hubiera dicho que no es una opción muy adecuada.

Todo esto, claro, es un ejemplo con datos específicos procedentes de un determinado hospital y de una determinada zona. El catedrático de la UAB ha apuntado que todas las simulaciones requieren adaptaciones, empezando por la casuística del lugar y la tipología propia de los pacientes. Y, al mismo tiempo, ha desmitificado ante los internistas el big data. “No se pueden crear expectativas más allá de las que son reales, porque a veces la idea que puede llegar es que va a venir el big data y va a desplazar a los médicos. Estaríamos mitificando a los datos frente al conocimiento, y eso no puede ser”.

Homogenización imprescindible

¿Cuándo podrían usarse estas herramientas en España? El científico reconoce que los avances tecnológicos, en este caso de recopilación de la cantidad ingente de datos que serían necesarios para realizar las mejores simulaciones, van a un ritmo lento. “Ni siquiera la historia clínica de todos los pacientes está digitalizada”, ha aseverado, a la vez que ha remarcado que los estándares de introducción de datos son distintos de una comunidad autónoma a otra. Por ello, avisa de que es necesario pasos gigantes hacia una homogenización. Pero lo que está claro es que cada vez tendremos más y mejores datos, recopilados, incluso, en tiempo real.

Por último, el catedrático invitado por la SEMI a su Congreso Nacional ha apuntado que el paciente, ante el futuro de la simulación y del big data, dejará de tener un papel pasivo. “Será parte activa del proceso, en cuanto a su relación con la enfermedad y con su tratamiento”. Y no lo dice un político o un gestor, sino un investigador: “Además de ser el generador de datos, puede ser también receptor, y lo que le retorna a él será información: cuidado tienes este problema, deberías de actuar de esta manera...”.