La eficiencia energética: un compromiso hasta 2020 | Publicación de Ingeniería Sanitaria

Miércoles, 10 de diciembre de 2014 | NÚMERO 3 Año I Acceda a nuestra hemeroteca

EDITORIAL

La eficiencia energética: un compromiso de aquí a 2020

España acaba de firmar su Acuerdo de Asociación 2014-2020 por el que se compromete con el Consejo Europeo a seguir sus recomendaciones en materia de política económica y de regulación y uso eficiente de la energía. En este contexto, a los ingenieros les interesa sobremanera que este documento pase del papel, donde se encuentra todavía, a la acción plasmada en contrataciones de la Administración central y autonómicas a compañías del sector industrial como, entre otras, las que operan en el ámbito de la salud.

Hasta la fecha, diversos ayuntamientos y gobiernos autonómicos han promovido, en el marco de la Estrategia 2020 de la Unión Europea –que marca un cambio de paradigma en la gestión de la energía por parte de los Estados miembro y en la que se inserta el acuerdo referido–, concursos públicos dirigidos al uso eficiente de los recursos sanitarios. Sirva de ejemplo reciente la concesión del contrato de eficiencia energética, en la Comunidad de Madrid, a los hospitales Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares y La Paz.

Sin embargo, todavía muchas empresas del sector privado con plantillas conformadas por ingenieros técnicos e industriales, entre otros profesionales, esperan que prolifere esta clase de oferta pública de empleo enmarcada en el proyecto comunitario, y ven como una amenaza que se retrase su convocatoria por el hecho de que, tales concursos, computen como déficit en las arcas del Estado, y, por lo tanto, ensucien el balance de cuentas de los gobiernos en vísperas de las elecciones tanto autonómicas como generales en 2015.

Este extremo, sin embargo, ha sido desmentido a Publicación de Ingeniería Sanitaria por el Ministerio de Hacienda, cuyas fuentes aseguran que, precisamente, la estrategia del actual presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, está dirigida a eludir ese cómputo. Si la apuesta de los gobernantes por reducir la emisión de gases tóxicos, promover la adaptación al cambio climático y la utilización eficiente de las fuentes de energía, entre otras iniciativas, no interfiere con los resultados de la política de austeridad que tantos sacrificios supone a los ciudadanos, no quedarán excusas por parte alguna para su ejecución.

Bien mirada, la realidad apunta a que esta clase de proyectos de sostenimiento ecológico reporte beneficios a largo plazo a todos los españoles, incluidos los que atañen a su economía.

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