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Martes, 29 de diciembre de 2015  |  NÚMERO 14 Aņo II Acceda a nuestra hemeroteca
RAMÓN LAHOZ, ARQUITECTO
Hospitales a prueba de terremotos
Una clínica en Perú y el Costa del Sol de Málaga, principales proyectos de sus estudios
 

Javier Barbado. Madrid
Los sismos ponen en riesgo el equilibrio de toda estructura arquitectónica que se erige sobre la superficie terrestre. Pero respetan la que se ubica por debajo de ella. Por eso los hospitales que se construyen en regiones de América y del Pacífico con alteraciones sísmicas frecuentes –caso de alguna de las que diseña en este momento el entrevistado– precisan de sótanos recubiertos con placas macizas que preservan al edificio del tambaleo a que se ve sometido en caso de terremoto.

El arquitecto Ramón Lahoz.

Ramón Lahoz y Natalia López han atendido a este periódico para dar a conocer uno de sus actuales proyectos en Lima (Perú) que responde a estas características de protección sísmica. Se trata de un centro privado de reconocido prestigio en el país sudamericano que necesita ampliar su dotación para asistencia ambulatoria, es decir, la que se resuelve en el día sin necesidad de ingreso. Y a esa tarea se han encomendado ambos de forma simultánea a otro encargo más cercano: las obras de reforma de la Agencia Sanitaria Costa del Sol de Málaga, de la que se habla más adelante. Ambos cometidos ilustran el trabajo que resuelve un despacho de arquitectos especializado en sanidad y dan una idea de su dificultad y relevancia.

La Clínica de Especialidades Médicas Universal –así se llama el centro de la capital peruana– busca una ampliación en dos fases, ya que el edificio no puede dejar de funcionar (como sucede con la mayoría de reformas del sector), y, en este caso, en efecto debe completarse con aisladores sísmicos que protejan la estructura principal ante el impacto de un posible terremoto.

“Se trata de elementos que se ubican en la planta baja de los edificios e interrumpen su disposición inferior –es decir, se sitúan en los sótanos de la primera planta– de manera que se amortigüen las vibraciones que sufre la parte expuesta al seísmo; de hecho, se atenúan en un 90 por ciento gracias a la instalación de una serie de placas de blastómeros”, explica Lahoz. En Perú –añade– todos los hospitales deben ser resistentes a seísmos antes de 2017, y eso explica esta clase de precauciones incluidas en el proyecto contratado.

“Estamos sustituyendo la estructura existente y haciendo casi todo nuevo; de este modo, la clínica va a cumplir todos los requisitos arquitectónicos y asistenciales o médicos que precisa, pues crece su zona de hospitalización de 12 a casi 50 camas; se amplía y moderniza el bloque quirúrgico; crece el servicio diagnóstico y se potencia, ante todo, la actividad ambulatoria”, subraya.

Asimismo, la clínica dispondrá de 48 consultas externas (frente a las 26 actuales) y varias habitaciones nuevas de ingreso (individuales, triples y cuádruples); según añade López, ahora predominan las hospitalizaciones comunes (varias camas en una misma sala) y se aspira a personalizar la estancia, al fin y al cabo uno de los valores añadidos que ofrece la sanidad privada. Tampoco se excluyen del proyecto en curso zonas periféricas a la clínica como la de aparcamiento, de acuerdo con esta arquitecta: “Queremos ampliar el volumen de conjunto; en general, la clínica dispone de poca área dedicada al diagnóstico y de cuatro quirófanos que también vamos a remodelar, todo ello adaptándolo a la posibilidad de sismos”, apunta.

Dos trabajos sobre la mesa

Al mismo tiempo, López y Lahoz miran de reojo el curso del otro proyecto sanitario de su despacho.  La agencia sanitaria en liza, ubicada en la comunidad autónoma andaluza, fue la primera fórmula de gestión alternativa a la tradicional (la que depende de forma directa del Estado) en la sanidad pública española, en concreto a comienzos de los años 90.

Según advierte Lahoz, este otro trabajo, aunque más cercano que el de la clínica peruana, está pendiente de una serie de trámites que auguran su prolongación en el tiempo. “La agencia Costa del Sol de Málaga quiere reanudar la obra, pues su anterior proyecto no les vale; este nuevo, el que nos han encargado, es un programa funcional más evolucionado”, asegura.

De hecho, el proyecto de Lahoz y López para el hospital andaluz incluye, por ejemplo, la reforma de una unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA) de la que carecía y otra de Psiquiatría, entre otras. “Aunque la estructura ya estaba construida, su ampliación comenzó entre 2007 y 2008, pero paró en 2010”, precisa Lahoz. Ahora los estudios de arquitectura donde trabaja la retoman.

“Se construyó, en concreto, una estructura de hormigón; ahora hemos ampliado y dado contenido al edificio dotándole de nuevas funciones adaptadas a las nuevas decisiones; pero allí la situación administrativa es compleja, pues nosotros presentamos el proyecto a la concesionaria, ésta a la agencia sanitaria y ésta, a su vez, al Ayuntamiento y a la Junta”, argumenta para que el interlocutor recuerde el curso que siguen esta clase de obras públicas en los estados autonómicos.

En cualquiera de los casos, el proyecto aspira a ampliar y resolver la actividad ambulatoria del hospital, en particular su Cirugía de Día, proveyéndole para ello de una Unidad específica y de otra de Radiodiagnóstico más avanzada. Se trata, esta vez, de mejorar las superficies existentes y dotar al centro de un bloque quirúrgico más compacto que el convencional con los requerimientos habituales de la cirugía de esta índole, que precisa de tecnología para el despertar del paciente, su atención posquirúrgica y el alta hospitalaria en el propio día de ingreso. “Vamos a potenciar las capacidades ambulatorias del complejo y no tanto las puramente hospitalarias”, sentencia.