Javier Barbado / Imagen: Cristina Cebrián. Granada
El ahorro de energía y su uso eficiente constituyen dos de los pilares del discurso defendido en el XXXIII Seminario-Congreso Nacional de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), cuyo lema, ‘Energía y Hospital’, señala a esa dirección de forma inequívoca. Por eso ha adquirido todo su sentido la presentación en el foro de trabajos de los servicios regionales de salud encaminados a conseguir igual producción con menor gasto energético, como el caso del navarro, por el que se ha interesado Publicación de Ingeniería Sanitaria por medio de una extensa conversación con la responsable de la Unidad Oficina Técnica del complejo hospitalario de esta comunidad autónoma.

¿Qué centros forman el Complejo de Navarra?

El Complejo Hospitalario de Navarra está formado por tres grandes hospitales: el de Navarra, el Virgen del Camino y la Clínica Ubarmin. Además, está integrado por centros de Atención Especializada y centros de Atención a la Mujer.

¿Cuál es el proyecto energético que ha desarrollado la sanidad navarra y cuándo ha entrado en vigor?

El Plan de Ahorro y Eficiencia Energética  en los centros sanitarios del Servicio Navarro de Salud fue publicado a principios del año 2013 en cumplimiento del Real Decreto-ley 16/2012 de 20 de abril de ‘Medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones’, que establecía que se debían adoptar medidas orientadas a mejorar la eficiencia en la gestión promoviendo el ahorro energético y la introducción de nuevas tecnologías así como elaborar un plan de medidas de ahorro energético.

¿A cuáles afecta el plan de eficiencia energética que usted ha presentado?

El plan de ahorro y eficiencia energética está dirigido a todos los edificios pertenecientes al Servicio Navarro de Salud, no solamente el Complejo Hospitalario de Navarra, que es una parte importante de él.

¿Qué han examinado?

Analizamos tanto las infraestructuras como las instalaciones y los consumos energéticos, de los tres años anteriores, de todos los edificios y oficinas de salud, desde los edificios pertenecientes a Atención Primaria a los de Especializada y hospitalarios.

En Pamplona, tenemos el Complejo Hospitalario de Navarra, pero también existen otros hospitales como el García Orcoyen de Estella o el Reina Sofía de Tudela.

¿Cuáles son las directrices específicas del plan?

Nosotros lo que hemos pretendido con este plan, por una parte, es conocer la situación real de nuestros centros, establecer más mejoras de la eficiencia energética en nuestras instalaciones y dividir el proyecto en fases de actuación, de manera que no fuese solamente un documento en el que se reflejase la situación actual o las medidas que se podían realizar para ahorrar energía, sino que luego se pudiesen implementar o llevar a cabo.

La ingeniera técnica industrial, durante la entrevista, justo después de defender su ponencia en el XXXIII Seminario-Congreso Nacional de la AEIH en Granada.

Estamos, pues, en la fase de implantación de las medidas a medio plazo (las pensadas para el corto plazo ya las hemos cumplido), que son aquellas cuyo periodo de retorno de la inversión por realizar es inferior a dos años. En función de las partidas presupuestarias de que dispongamos, haremos frente a las inversiones a largo plazo que establecimos en su momento y cuyo tiempo previsto de retorno es bastante mayor.

¿Qué ahorro se ha logrado con las medidas ya implantadas?

La implantación de estas medidas nos han supuesto unos ahorros de 343.387 euros anuales (5,61 por ciento del coste energético de todos los edificios del Servicio Navarro de Salud).

Las medidas de actuación que establecimos a corto plazo (de implantación inmediata) estaban orientadas a la mejora de la eficiencia y el control, con la aplicación de medidas de ahorro energético que nos permitieran reducir el coste de la factura energética, mejorando el empleo de los recursos y medios existentes.

¿Cuáles han sido estas acciones específicas?

Las principales medidas han sido las siguientes:

Optimización tarifaria de electricidad y gas natural: hemos reducido la potencia eléctrica contratada en uno de nuestros hospitales y en seis centros de Atención Primaria, ajustándola a las necesidades reales de cada centro. Esto nos ha permitido obtener unos ahorros económicos de 80.726 euros anuales.

Instalación de baterías de condensadores para mejorar el factor de potencia (energía reactiva): se han instalado en cuatro centros de Atención Primaria que carecían de este sistema y sufrían penalizaciones en la factura eléctrica. Con esta medida se han obtenido unos ahorros de 4.824 euros anuales.

Instalación de alumbrado ‘led’ en zonas de 24 horas de utilización (como los pasillos) en el Hospital de Navarra y en el Centro Psicogeriátrico. La instalación de este proyecto piloto, que se hará extensible al resto de centros, nos ha supuesto unos ahorros económicos de 74.556 euros anuales. Además, se ha mejorado la iluminación de las zonas afectadas y se han reducido los consumos energéticos.

Reducción del caudal de impulsión de aire en los quirófanos fuera del horario de funcionamiento: esta medida se ha llevado a cabo en el Hospital García Orcoyen de Estella y en el Hospital Virgen del Camino de Pamplona permitiéndonos unos ahorros de 5.901€ euros al año. Los ahorros no son cuantiosos, pero hemos ajustado el funcionamiento de los sistemas de climatización en función de los horarios de utilización de los quirófanos (siempre garantizando las condiciones establecidas en la norma UNE 100713 de acondicionamiento de aire en hospitales).

Reducción del calibre de los contadores de agua y separación de las redes de agua de riego y agua de red en dos de nuestros centros. Esta medida ha supuesto unos ahorros económicos de 41.261 euros anuales.

Instalación de variadores de frecuencia en las bombas del grupo de presión del Hospital Reina Sofía de Tudela: los ahorros económicos gracias a esta medida han sido de 4.368 euros al año.

Cambio de suministro de gas propano a gas natural en un centro de atención primaria de la zona norte: esto nos ha reportado unos beneficios de 600 euros al año.

Control de temperaturas según lo indicado en el RITE en habitaciones, pasillos de hospitalización, salas de espera, consultas etc., de manera que las consignas de temperatura sean 21-23ºC en invierno y de 23-25ºC en verano.

Ajuste de los horarios de funcionamiento de las instalaciones de climatización, de manera que los locales desocupados no estén climatizados de manera permanente. Ajuste horario de los climatizadores, ajuste del caudal de renovación de aire de los diferentes locales.

Separación de circuitos de calefacción y ACS en centros de Atención Primaria que disponen de zona de urgencias para evitar el funcionamiento de todas las instalaciones de los centros cuando únicamente se utiliza la zona destinada a urgencias (tardes y fines de semana).

Parada del generador de vapor en el Hospital García Orcoyen de Estella y Clínica Ubarmin que eran instalaciones obsoletas y grandes consumidoras de energía.

Intensificación de los programas de mantenimiento preventivo, limpieza de intercambiadores, filtros, rejillas, difusores de aire, lámparas y luminarias.

Y, por último, elaboración de un Plan de sensibilización o concienciación para el personal sanitario y usuarios de nuestros centros.

El plan de eficiencia desplegado en el Complejo Hospitalario de Navarra ha permitido ahorrar en energía eléctrica, agua y gas natural.

¿Qué mérito corresponde a los ingenieros en su implantación?

La labor de los ingenieros y los responsables de Mantenimiento de los hospitales y centros sanitarios es de vital importancia, puesto que son los encargados de la puesta en marcha y mantenimiento de todas las medidas establecidas. En nuestro caso se analizaron los consumos energéticos (y el coste económico) antes y después de la implantación de las medidas adoptadas.

El Plan de Ahorro y Eficiencia Energética del Servicio Navarro de Salud fue redactado con la colaboración de los ingenieros (responsables técnicos de los principales centros sanitarios de nuestra comunidad) y las medidas de actuación se establecieron en función de la situación real de cada centro de manera que se pudiesen ejecutar y fuesen actuaciones concretas en lugar de medidas de carácter general.

¿Han desarrollado otras gobiernos autonómicos una estrategia similar?

En otras comunidades como, por ejemplo, el País Vasco o Madrid, también se han elaborado planes de ahorro y eficiencia energética, aunque desconozco si, posteriormente, se han llegado a implantar o no las medidas de actuación establecidas en el plan o si se han realizado estudios acerca de los ahorros energéticos y económicos obtenidos.