Política de cookies

Utilizamos cookies propias y de terceros para recopilar información que ayuda a optimizar su visita. Las cookies no se utilizan para recoger información de carácter personal. Usted puede permitir su uso o rechazarlo, también puede cambiar su configuración siempre que lo desee. Al continuar con la navegación entendemos que se acepta nuestra política de cookies.

¿Quiere recibir la Publicación de Ingeniería Sanitaria en su correo de forma gratuita?
Miércoles, 24 de junio de 2015  |  NÚMERO 9 Año I Acceda a nuestra hemeroteca
SE DESMARCA DEL QUE SE UTILIZA EN EL SECTOR INDUSTRIAL
El suministro energético en el hospital: tan fiable como caro
La parte asistencial y la electromédica de los centros se gestionan de forma muy diferente
 

Eduardo Arroyo, directivo en Carburos Metálicos.

Cristina Alcalá / Imagen: Cristina Cebrián. Salamanca
Seguridad del suministro y precio son dos caras de una misma moneda, el de la energía, dos características que normalmente convergen de forma inversa pero que, en el caso del sector sanitario, debe aplicarse de forma equilibrada, algo que, hasta el momento no se está dando. A partir de esta idea se ha desarrollado la conferencia del III Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria, evento que ha organizado Sanitaria 2000 con el auspicio de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) en el Parador de Salamanca, en Castilla y León.

Eduardo Arroyo Martín, director de Energía de Carburos Metálicos, ha dado las claves de las diferencias en cuanto al consumo de energía en el sector hospitalario y en el industrial, especialmente en la gestión que cada consumidor realiza. Mientras que en el sector hospitalario requiere una gestión de cargas con poca modulación, en el electrointensivo es lo contrario, y necesita un impacto muy fuerte en el precio final del producto (que puede llegar al 50 por ciento del total).

Asimismo, el primero no puede ser interrumpido, ya que ofrece un servicio esencial como es el sanitario y, por tanto, unas infraestructuras mayor a un precio mayor y menos competitivo; mientras que el segundo es más adaptable y el precio final es más bajo. Eso sí, las garantías en el sector sanitario es total y algunos hospitales, incluso, instalan una doble línea de conexión, lo que supone un incremento del coste pero refuerza la potencia contratada.

Otros factores que influyen en el coste final de la energía se da, desde la propia instalación, como del mercado (precios de los combustibles, demanda de energía o combinación de las mismas, impuestos especiales o políticas de cada gobierno).

La gestión energética en Castilla y León

Por su parte, Álvaro Guijarro Rubio, vocal de la AEIH, ha sido el encargado de moderar esta conferencia, donde también ha puesto sobre la mesa lo que se está haciendo en la comunidad que acoge el evento, Castilla y León. En esta autonomía, la Gerencia de Salud gasta un 0,7 por ciento en energía, lo que supone un presupuesto de 32 millones de euros.

 Eduardo Arroyo, director de Energía de Carburos Metálicos, junto a Álvaro Guijarro, vocal de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH).


Los hospitales de Castilla y León llegaron a estos niveles después de una auditoría energética iniciada en 2002, donde se revisaron las instalaciones “que eran muy viejas”, se reformaron los hospitales y se acabó con una situación "que era muy desordenada", ha explicado Guijarro. “Creamos una estrategia, a través de una normativa internacional, para hacer innovación y gestión de forma sostenible”. Una iniciativa que continuaron con otro plan de choque desde 2009 a 2012. “El objetivo es hacer las cosas bien, conseguir que el hospital llegue a un nivel óptimo de consumo pero, primero, es necesario ponerlo a un punto óptimo de asistencia”.