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Jueves, 29 de octubre de 2015  |  NÚMERO 12 Aņo II Acceda a nuestra hemeroteca
EDITORIAL
El lustro de los ingenieros
 

El edificio hospitalario como desafío arquitectónico, emblema urbanístico y referencia sanitaria experimenta una transformación decisiva en el próximo lustro. Su condición de gran consumidor de energía y el advenimiento de rigurosas normativas europeas para regular su uso, obliga a cada centro asistencial español a cambiar de arriba abajo todo lo relacionado con su infraestructura técnica, es decir, cuanto atañe a su departamento de Ingeniería.

Actuación recreativa de Dräger en un receso del seminario, en el salón de la feria comercial.

Este mismo mes, por poner un solo ejemplo, el Ejecutivo de Madrid, por medio de su Consejería de Sanidad, ha publicado la primera revisión de la normativa relacionada con la puesta en marcha y funcionamiento de las instalaciones térmicas de los hospitales, y ha incluido, entre otras novedades, un nuevo arquetipo de la ficha técnica que los inspectores deben utilizar como referencia para supervisar esa tarea.

O, por citar una de las más de 40 comunicaciones dadas a conocer en el reciente XXXIII Seminario-Congreso Nacional de la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH), el Complejo Hospitalario de Navarra ha desarrollado un plan de eficiencia energética a partir de medidas específicas con el que ha logrado un ahorro de 343.387 euros en un solo año (el 5,61 por ciento del coste energético de todos los edificios del Servicio Navarro de Salud).

Todos los sectores energéticos –no solo el de la salud– afrontan una adaptación sin precedentes al Proyecto Horizonte 2020 de la Unión Europea, y, en el caso concreto de la sanidad, los hospitales públicos deben cumplir con los nuevos mandatos en materia de rendimiento incluso antes, en el año 2018.

Si se repara en que un centro hospitalario medio gasta, cada año, unos 50 kilovatios de energía calorífica y alrededor de 45 gigavatios de electricidad, se concluye que el conjunto de los centros del Sistema Nacional de Salud, si se gestiona de la forma adecuada para cumplir la normativa comunitaria, representa una gran oportunidad de ahorro económico e incluso de cuidado del medio ambiente, pues el uso de energías renovables y de gas natural en lugar del gasóleo constituye otro de los retos contemplados por los gobiernos autonómicos para los próximos cinco años.

Se trata de un desafío global que concierne a España y que tendrá a los ingenieros como principales mentores y ejecutores, lo que despeja cualquier duda sobre la relevancia de su papel en el sector sanitario.