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Jueves, 28 de abril de 2016  |  NÚMERO 18 Aņo II Acceda a nuestra hemeroteca
 
El ingenio al servicio del hombre
La solidaridad de la AEIH y la política medioambiental, ejes del IV Encuentro Global de Ingeniería
 

Niño en la proa de un barco en un lago de Camboya, país devastado por su pasado dictatorial.

Una de las constantes que ha caracterizado el contenido del IV Encuentro Global de Ingeniería Hospitalaria, organizado por Sanitaria 2000, grupo empresarial editor de este periódico, y patrocinado por la Asociación Española de Ingeniería Hospitalaria (AEIH) con la colaboración de Carburos Metálicos, parte de la conciencia social y ecológica de los profesionales de la Ingeniería.

En efecto, las exigencias de la Unión Europea (UE) de aquí a los próximos años en materia de política medioambiental, por una parte, y la solidaridad demostrada por la AEIH con el proyecto de la ONG ‘Por la Sonrisa de un Niño’, que opera en Camboya, por otra, han dejado a las claras el objetivo último por el que se aplican los conocimientos ingenieros, que no es otro diferente al que da sentido a la vida del hombre.

Toda vez que se constata el móvil de este oficio –sin duda el más cualificado que existe en lo que a uso y conversión de la energía se refiere–, la información difundida en el Parador de Córdoba (en un foro con notable éxito de asistencia: más de cien ingenieros, empresarios y directivos del sector sanitario) adquiere gran interés para todos los ciudadanos.

No en vano, su salud y bienestar son los que se ponen sobre la mesa a la hora de reducir  la polución de los hospitales (escandalosa por su volumen, según la extrapolación llevada a cabo en las jornadas por el coordinador de Gestión Ambiental de Andalucía, Manuel Huerta Bueno), reemplazar el gasóleo por gas natural en la totalidad de los centros asistenciales o equipar, en fin, quirófanos y dispositivos médicos conforme a los estándares de calidad homologados en el entorno comunitario.

Si a ello le unimos la aportación altruista de la AEIH de material quirúrgico en especial diseñado para zonas paupérrimas, donde los niños son apartados de la sociedad y condenados de por vida de no mediar alguien por su educación, concluimos con facilidad que, esta vez más que otras, el trabajo sofisticado de los ingenieros sienta las bases para cambiar el mundo no solo desde el punto de vista del desarrollo científico, sino también del progreso moral.