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El ingenio al servicio del hombre
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La solidaridad de la AEIH y la política medioambiental, ejes del IV Encuentro Global de Ingeniería | |
En efecto, las exigencias de la Unión Europea (UE) de aquí a los próximos años en materia de política medioambiental, por una parte, y la solidaridad demostrada por la AEIH con el proyecto de la ONG ‘Por la Sonrisa de un Niño’, que opera en Camboya, por otra, han dejado a las claras el objetivo último por el que se aplican los conocimientos ingenieros, que no es otro diferente al que da sentido a la vida del hombre. Toda vez que se constata el móvil de este oficio –sin duda el más cualificado que existe en lo que a uso y conversión de la energía se refiere–, la información difundida en el Parador de Córdoba (en un foro con notable éxito de asistencia: más de cien ingenieros, empresarios y directivos del sector sanitario) adquiere gran interés para todos los ciudadanos. No en vano, su salud y bienestar son los que se ponen sobre la mesa a la hora de reducir la polución de los hospitales (escandalosa por su volumen, según la extrapolación llevada a cabo en las jornadas por el coordinador de Gestión Ambiental de Andalucía, Manuel Huerta Bueno), reemplazar el gasóleo por gas natural en la totalidad de los centros asistenciales o equipar, en fin, quirófanos y dispositivos médicos conforme a los estándares de calidad homologados en el entorno comunitario. Si a ello le unimos la aportación altruista de la AEIH de material quirúrgico en especial diseñado para zonas paupérrimas, donde los niños son apartados de la sociedad y condenados de por vida de no mediar alguien por su educación, concluimos con facilidad que, esta vez más que otras, el trabajo sofisticado de los ingenieros sienta las bases para cambiar el mundo no solo desde el punto de vista del desarrollo científico, sino también del progreso moral. |