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Contrataciones: el papel del ingeniero
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El autor denuncia que la crisis ha mermado la influencia de este profesional en las licitaciones | |
Históricamente, los ingenieros sanitarios de los centros hospitalarios, conocidos como ingenieros de Mantenimiento, desempeñaban un papel muy importante en la redacción, puesta en marcha y seguimiento de los contratos de mantenimiento electromédico.
A partir del año 2000, la mayoría de estos contratos derivaron en formatos integrales, donde se incluían todas las reparaciones de cualquier equipo o instalación, así como los materiales necesarios y todos los costes que se desviasen a proveedores oficiales. En el periodo comprendido entre los años 2009 a 2014, el papel del ingeniero de Mantenimiento sufrió cambios provocados por la excesiva presión de la parte económica, relegándolo a un segundo plano por culpa de la crisis que se estaba viviendo y a la que las administraciones públicas no eran ajenas, y ello sin tener en cuenta las consecuencias a medio y largo plazo. En este periodo, la parte económica en las licitaciones ha tenido un peso demasiado importante, dándole muy poco, en cambio, a la parte técnica, siempre con la línea clara de la reducción de costes. En la actualidad, el papel del ingeniero en el hospital es de gran importancia, se está convirtiendo en uno de los actores principales dado que es la persona de referencia en la que recae la toma de decisiones en cuanto a la realización de la base de pliegos técnicos y el cálculo de los costes del servicio que el hospital requiere. Por supuesto, resulta indispensable la colaboración de toda la estructura organizativa, que empieza por el personal de Mantenimiento, pasando por la Dirección Económica y, por último, la gerencia del hospital. El ingeniero, como parte técnica, es la persona en la que debería confiar la parte económica para poder contratar un servicio de calidad a unos precios razonables para una correcta conservación del equipamiento a largo plazo. No menos importante resulta el seguimiento que tiene que realizar de esas contrataciones para velar por el correcto cumplimiento de lo pactado y un control exhaustivo de los costes. También debería ser parte integrante de las inversiones que los centros realicen para que la visión técnica tenga un peso importante en las compras. La situación actual de las instituciones sanitarias requiere de un cambio de ritmo, en el que la colaboración del ingeniero y de las empresas es indispensable para poder remontar lo perdido en estos años pasados. No se debe continuar con la base de que el simple ahorro es lo que importa y tenemos que pensar que un buen mantenimiento a un precio justo nos permite gestionar de manera rentable la dotación de la que disponen los hospitales y alargar la vida de los equipos en perfectas condiciones de uso. Fernando López es responsable comercial de Imtech. |