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Jueves, 28 de enero de 2016  |  NÚMERO 15 Año II Acceda a nuestra hemeroteca
ALFONSO GARRIGÓS, DIRECTOR DE GESTIÓN DEL HOSPITAL DE LA PRINCESA 
“Bajaremos un 22% las emisiones de CO2
El centro prevé cambiar su actual fuente de suministro energético por la de gas natural
 

Javier Barbado / Imagen: Miguel Fernández de Vega. Madrid
El Hospital de La Princesa de la Comunidad de Madrid no será un centro especializado en atención geriátrica, como preveía el plan de viabilidad financiera de finales de 2012 que, por fin, no salió adelante. Pero sí disfrutará de una profunda renovación de sus fuentes de suministro energético, acoplándolas a la normativa europea, lo cual demuestra que uno de los colosos de la asistencia madrileña continuará en primera línea en el futuro. Publicación de Ingeniería Sanitaria disecciona con su director de Gestión y Servicios Generales el contrato adjudicado para acometerla, sus plazos, condiciones y contenidos, que auguran sistemas de climatización independientes para cada uno de sus quirófanos y control centralizado y automático de la temperatura de todos sus recintos, entre otras prestaciones. Los arquitectos e ingenieros han sabido hacer ver a los políticos que se trata de un proyecto tan necesario como viable en un hospital de grandes dimensiones construido en los años 50 del siglo pasado, y, sin duda, puntero en sus especialidades  y recursos médicos en las últimas décadas.

Los quirófanos dispondrán de su propia climatización.

¿De dónde viene la iniciativa de una reforma energética en La Princesa?

Se encuadra en el Plan de Mejora de la Eficiencia Energética de la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Se llevó a cabo un procedimiento de contratación para conseguir y adjudicar un contrato mixto de obra y suministros para la gestión eficiente de las energías primarias (así se llaman) del edificio del Hospital de La Princesa en Madrid, así como del Centro de Especialidades García Noblejas y el Centro de Salud Mental de Chamartín.

El edificio acumula ya una serie de años (se erigió a mitad del siglo pasado) y sus estructuras empezaban a tener ya problemas de obsolescencia técnica.

¿Se estima cuánto ahorro supondrá el proyecto a largo plazo?

La reforma consiste en un contrato mixto que supone que, para los próximos 15 años, el ahorro estimado para el consumo de energía y de otra clase de suministros sea de unos 23 millones de euros.

De acuerdo con el estudio previo llevado a cabo en el centro, nuestro consumo tanto de energía eléctrica como de gasóleo ascendería, junto con los mantenimientos externos del hospital relacionados con la compra de materiales, a un importe de 60,8 millones de euros; también se estuvo valorando qué tipo de obras de renovación de instalaciones se deberían acometer, las cuales ascienden a un valor de unos 3,3 millones de euros. De modo que, a partir de estas dos cifras, se calculaba un gasto de 64,2 millones de euros.

Pues bien: el procedimiento de contratación se desarrolló a lo largo de todo el año 2015 y se aprobó en Consejo de Gobierno el 29 de diciembre, con una adjudicación definitiva de 41,3 millones: de ahí que el ahorro estimado en quince años sea de alrededor de 23 millones de euros. Además, la empresa adjudicataria se encargará de hacer todas las inversiones necesarias.

Los grupos electrógenos salvan el centro de los apagones.

¿Cuál es la empresa adjudicataria?

La Unión Temporal de Empresas adjudicataria la conforman Ingesan (Instituto de Gestión Sanitaria) y Obrascon Huarte Laín. Se trató de la mejor oferta de cuatro que se presentaron a la licitación, y ello no solo desde el punto de vista del precio, sino también de las condiciones de calidad técnica.

¿En qué consiste el contrato?

Consiste en que, a cambio de unos precios fijos que paga el hospital cada mes, la UTE lleva a cabo una serie de obras de cambio de todas las instalaciones y se hace cargo de la factura de la electricidad más el gas natural en este caso. La gran modificación que supone, de hecho, reside en que pasamos de un sistema de calderas que funcionan con gasóleo a otro distinto en el que se utiliza como combustible el gas natural.

Esto último aportará más eficiencia en el funcionamiento del hospital, menor consumo eléctrico, y, en última instancia, un 22 por ciento menos de emisiones de anhídrido carbónico a la atmósfera.

Así que, durante este tiempo, vamos a conseguir un importante ahorro económico, un funcionamiento mucho más adecuado de las instalaciones, lo que redundará en el confort de nuestros usuarios, y, además, aproximadamente, un 22 por ciento de menor impacto ambiental, como digo, de emisiones de dióxido de carbono.

¿Cómo se controlará la provisión de energía térmica?

El hospital, una vez concluya la reforma, dispondrá de un control centralizado desde el cual podremos medir y modificar todas las temperaturas de los recintos del centro tanto en el bloque quirúrgico como en las áreas generales y de hospitalización. Ahora mismo ese control es manual; el nuevo será un sistema técnico centralizado para un control mucho más preciso de las temperaturas.

¿De cuántos ingenieros dispone el hospital?

El hospital cuenta ahora mismo con un Servicio de Ingeniería Técnica, y, en el contexto del contrato del proyecto del que hablamos, la empresa se encarga de la parte más técnica del mantenimiento. Nosotros contamos con una plantilla de tres ingenieros además de algunos puestos de oficios técnicos, todos los cuales van a colaborar con la adjudicataria en parte del mantenimiento del sistema de energía térmica de que disponemos.

Aparte de la reforma de la energía térmica, ¿se mantiene el suministro eléctrico tal como está?

En efecto hablamos de dos reformas en curso de energías primarias: la que transforma el gasóleo en gas natural, y la del suministro eléctrico. Esta última se mantendrá. Eso sí: el alumbrado del hospital será cambiado en su totalidad reemplazando el existente por bombillas eléctricas de bajo consumo que funcionan con sistema LED: 1005 luminarias en concreto serán sustituidas por otras tantas más eficientes al ser de menor consumo, y, además, se instalarán detectores de presencia y lumínicos, aparte de un sistema de control autónomo que tenga en cuenta el máximo aprovechamiento posible de la luz natural.

Es decir, no solo vamos a cambiar las bombillas y aparatos de luz por otros mucho más eficientes, sino que, además, se maniobrará para encender y apagar en función de la presencia física de personas o de la luz natural que haya, con lo cual también se obtendrán ahorros energéticos importantes en kilovatios consumidos.

Y para aprovechar el suministro de agua caliente sanitaria, ¿se prevé reformas la grifería y demás canales que la distribuyen?

Garrigós augura más demanda de ingenieros hospitalarios.

Esa clase de reforma se ha ido acometiendo en el contexto del propio mantenimiento interno del hospital. No es un punto que realmente necesite cambios.

El proyecto de reforma, ¿finiquita las obligaciones de eficiencia energética del hospital con vistas al Proyecto Horizonte 2020 de la Unión Europea?

El cometido del proyecto pasa por conseguir la máxima eficiencia energética en el edificio del Hospital La Princesa, con lo cual todas las obras e instalaciones se hallan encaminadas a poder dar respuesta a las exigencias de la Unión Europea en cuanto a ese cometido.

Como director de Gestión, ¿cuál es su misión diaria en el hospital?

La Princesa es un centro de gestión pública directa. Su organigrama inicial se compone de una Gerencia asistida por tres Direcciones: médica, enfermera y de gestión; dentro de esta última, que es la que ocupo, está la parte económica, de Recursos Humanos, de Mantenimiento, Instalaciones, Servicios Generales, Logística (almacenes y compras)…

En cuanto a la parte técnica, contamos en el centro con los tres ingenieros antes comentados, cuyas funciones se distribuyen a partir de las tres grandes ‘patas’ del cometido de estos profesionales: la Electromedicina o mantenimiento de los equipos electromédicos; la edificación o mantenimiento del edificio, y el de las instalaciones. Aquí vamos a trabajar en este último apartado con parte de mantenimiento, también, del edificio.

¿Le encuentra futuro al ingeniero hospitalario?

Veo su futuro muy prometedor. Si algo ha evolucionado en el hospital, de forma importante, es toda la parte de Electromedicina, instalaciones, mantenimiento y mejora continua de los edificios. Los ingenieros se adaptan a los nuevos procedimientos y, este proyecto en concreto, va a ser un gran espaldarazo para ellos, pues van a disponer de nuevos edificios e instalaciones que les van a proporcionar un ámbito de actuación profesional del que no disponían hasta ahora.

¿Los ve más como portadores del conocimiento que como directivos?

En realidad lo que hacen dentro de sus servicios es una función directiva. Se trata de sus áreas de responsabilidad y las llevan con personal propio, personas contratadas que realizan trabajos externos e incluso plantilla asistencial a la que solucionan problemas.

Por último, ¿no se contemplan energías renovables en los hospitales?

Cuando se redactaron el proyecto y la memoria para decidir el tipo de energía primaria utilizado en el hospital, los ingenieros llegaron a la conclusión de que debía preservarse la energía eléctrica y cambiar el gasóleo por gas natural, que no es renovable. Tengamos en cuenta que este edificio requiere mucha potencia y fuerza de la energía que recibe y además de una manera continuada e ininterrumpida. Son 68.000 metros cuadrados que necesitan un suministro que otra clase de energías tal vez no podrían satisfacer. Con lo previsto, recuerdo que se va obtener un importante ahorro económico y una considerable reducción de emisiones de anhídrido carbónico a la atmósfera.

Las edificaciones de nueva cuña ya se proveen de gas natural. Pero este hospital mantenía el gasóleo puesto que sus instalaciones son de los años 50. Con esta reforma se acometerá el paso a la nueva fuente energética.